Tenemos la oportunidad de decir lo que pensamos de la forma en que vivimos y viven los que nos rodean... SIN TABUES!y sobre todo demostrar que SI podemos vivir y aprender sobre las experiencias de los demas!!!

jueves, noviembre 23, 2006

Un tren se acerca...



Un tren se acerca. Respira por sus boquetes de humo y comienza ruidosa su marcha, dibujando un camino marcado por las vías, va en una dirección, irremediablemente con un destino final. Lo más bello, su recorrido y lo que ocurre en él. El tren de los momentos. El viaje de la vida.

EL TREN DE LOS MOMENTOS representa el arte de vivir, la vida en movimiento, sus gentes y sus momentos.

En un mundo donde la gente sólo se transporta, el tren de los momentos te invita a viajar. Un recorrido con la vista, el pensamiento, con las ganas y la osadía, con el cuerpo y el corazón.

Cruzamos el paisaje de nuestra vida dividiendo el tiempo y el espacio en dos realidades divergentes.

Una más estática, lineal, más cotidiana, llena de obligaciones, y otra descansa en la trepidante realidad de los momentos únicos y eternos. Momentos que a veces se adivinan y otras veces nos sorprenden.

En ocasiones y ante un vacilo nuestro pasan desapercibidos, se desangran intactos sin apenas rozar el aire, alejándose en silencio.

Sin embargo en ocasiones el momento se presenta como un relámpago vital, donde subiendo el volumen de la realidad se hace más intenso el presente, iluminando palabras como “ahora” “en este momento” “en este punto exacto”... sin ánimo de anticipar nada, simplemente el instante se convierte en pinchazo punzante, marcando para siempre la planta de los pies.

El tren de los momentos está lleno de historias, tan mágicas como reales. Cada uno y todos los que habitan sus vagones son protagonistas de cada instante individual y colectivo. Todos ellos, cargados con su equipaje comparten encuentros, despedidas, sonrisas, gritos, miradas, llantos, soledad, besos, peleitas, decepciones, vergüenza, caricias, y sueños.

Hay un momento para pararse, para perdonar, hay un momento para preguntarse, hay un momento para olvidar, y hay un momento para volver a creer. El primer beso sólo tiene un momento, ese momento concreto, así como la primera mirada, la primera despedida, o el primer amor...

El tren se detiene en la estación… suena una última llamada… A LA PRIMERA PERSONA...

Somos lo que hemos ganado y también somos lo que hemos perdido. En nuestro viaje vamos encontrando y vamos extraviando.

A LA PRIMERA PERSONA es una petición de verdad, de luz, de esperanza.

La vida puede convertirse en una sucesión de emociones excesivas, del entusiasmo más sublime, sin transición a la pobre y estéril desilusión.

Todo lo grande, también se desgasta. Los grandes momentos, las personas importantes...todo se deteriora, termina por romperse, por desvanecerse o simplemente desaparece sin más...

Las gotas frías de la vida, se presentan como una amenaza para nuestros valores mojando tímidamente a su paso momentos del pasado.

El amanecer me encuentra despierto... Ante mí, la soledad, y alrededor, el silencio. Me asaltan las dudas, el miedo me atraviesa y necesito volver a encontrar sentido a la fe, al amor. Volver a encontrar aquellos gestos ciertos, esas miradas limpias y sin complejos, las verdaderas palabras transparentes cargadas de confianza.

Y busco…. y espero.... ese momento donde arder juntos de nuevo en la hoguera de piel y sentimientos.

Pido encontrar a las personas y los lugares donde entregarme a la felicidad de vaciar mis preciadas mercancías.

Donde la fe se agota en medio de tanta desilusión amorosa, uno siempre mantiene la vida de sentir.

Es tarde, pero aún queda noche hasta llegar a mi parada… El movimiento del tren mece mis pensamientos…y frente a frente converso conmigo, con mi propia Alma… el temblor me arranca una frase: SE LO DICES TÚ…

No siempre uno se atreve a pronunciar palabras que duelen.

Cuando suena un adiós, cuando algo se quiebra, los sentidos se cierran, los ojos no miran por no hacer sufrir, se produce un caos mental imposible de descifrar sólo con palabras. Y entonces surge un murmullo que lentamente nace de nosotros. Está en los sótanos de nuestra conciencia, ladra hasta subir a la superficie de nuestra memoria. Y buscamos un refugio, un aliado.

El Alma, es esa parte inmortal del hombre, capaz de entender, de querer y de sentir, que se desprende del individuo pero que al mismo tiempo le constituye.

Ella es capaz de responder sin titubeos a la realidad que se nos presenta en determinados momentos, incluso en aquellos que no esperábamos. Nos habla, le hablamos. Un día sentimos el zarpazo de su eco, y otro día le golpeamos para que despierte y hable por nosotros.

Una forma de disfrazar nuestra voluntad es ir de la mano del alma y susurrarle al oído: “SE LO DICES TÚ”.

Vuelve la calma, y se oye la voz de alguien que se queja, pero parece no sentar bien el sonido de sus palabras, y el resto de personas que rodean al hablante SE MOLESTAN…

No hay nada mejor que poder decir lo que uno piensa... sin miedo ni vergüenza ante una desagradable réplica. Y hay muchos que cuando escuchan quejas, SE MOLESTAN....no podemos vivir a espaldas de lo que ocurre a nuestro alrededor... hay que manifestar la rabia, la furia, y todo aquello que nos irrita .Todo pasa... pero cada día pasan cosas que nos afectan a todos, vivimos en nuestro pequeño y acomodado escenario, sin querer ver mas allá de nuestras narices... las desgracias ajenas se resbalan por los canales de nuestra compasión. Y esperamos que las guerras se arreglen mientras planeamos nuestras vacaciones al Caribe, firmamos una nueva hipoteca millonaria, o echamos un ojo al catálogo del último modelo de coche que nos gusta, haciendo caso omiso de las manchas vertidas en este mundo. Y es que la miseria de este condenadísimo mundo no está para ser entendida sino para ser solucionada.... y que nadie se moleste.

De repente, un rayo de sol ilumina el vagón por completo, todos dejan lo que están haciendo y recorren la distancia de ese rayo…

DONDE CONVERGEMOS es un punto invisible pero real, en el medio exacto de un lugar en el que, todos y todo, está en equilibrio y coincide.

Los lados opuestos invitan a dividir las fuerzas, las opiniones contrarias alimentan enfrentamientos. El color blanco y el color negro no se hablan. Los altos y los bajos no se miran. Hay dos que no se extrañan desde hace meses.

Estamos más cerca de rozar nuestras emociones y de cruzar nuestros sueños que de romperlos en pedazos. Sólo hay que saber encontrar ese punto donde concentrar los abrazos.

En el laberinto de mordiscos y arañazos hay un espacio concreto donde se olvida que hay enemigos, donde se mira de la misma forma, donde se siente lo mismo.

Ese punto es donde el odio se paraliza y reposa ternura.. Hay un momento en medio del caos donde todo se ordena, y hay un riguroso momento donde la risa aplasta la tristeza. Ahí todo es mucho más gratificante que la venganza y el rencor.

Existe un punto en el tejido fino de la vida donde se sujetan todos los deseos por igual.

Las ideas, las tendencias, y los sueños de cada uno de nosotros, de los dos, de todos, confluyen en un mismo punto, en un medio exacto. Ese momento cierto, DONDE CONVERGEMOS.

Es primavera y el tren dibuja a su paso un arco iris… A lo lejos adivino unos pies descalzos… me apresuro sigiloso hacia ella que me muestra la planta de sus pies..

Uno solo encuentra una manera de acercarse a otra. Es una manera limpia, que fluye como el aire y que empuja y agarra, sin llevar encima cargas que no se pueden entender.

Dos almas desnudas de posesión, de dominio y propiedad. No hay intención de transformar a nadie.

Solo la invitación a un baile para dos, donde el cambio, sólo es de lugar.

En ese momento las líneas marcadas EN LA PLANTA DE TUS PIES, se extienden dejando a la luz las vías dibujadas en el mapa de los cuerpos.

Un sitio para que el mar llene de azul el aire, abrazados... bailando descalzos hacia el infinito.

Un amor generoso, donde es muy difícil equivocarse.

En mitad de mi viaje, percibí a una pareja que a lo largo de su recorrido en el tren, no dejaron de buscarse y de esconderse, detrás de esa actitud, granuja por una parte y valiente por la otra, alguna intención de permanecer juntos se intuía… ellos lo llamaban LA PELEÍTA….

LA PELEÍTA describe ese momento de amor...que lleva algo de canalla y al mismo tiempo oculta un deseo rabioso de amor sincero. Un momento vestido de otro. Es ese hilo misterioso que parece atar lo que es y lo que ha de ser... Cuando decidimos que no podemos esperar que la vida nos acerque los deseos, sino que debemos arrancárselos. Es un momento donde tenemos que apostar por lo que queremos sin hacer el más mínimo desplante a nuestro destino, a pesar de la dificultad por conseguirlo. Enfrentarnos a los escurridizos rechazos de aquella persona que nos atrae y hacer que la suerte se ponga de nuestra parte. La furia y el placer de la pícara batalla por conseguir lo que uno quiere.....

El tren atraviesa un túnel interminable… y se para en una estación desolada…. parece desértica…. Decido asomarme y la tristeza se hace realidad… me froto los ojos y busco encontrar un suspiro… algo de vida… alguien que me enseñe sus manos…

ENSÉÑAME TUS MANOS abre la oscura puerta del silencio, la sensación de vacío que deja un corazón que está en obras.

Pasamos el tiempo deshojando el resto de nuestras vidas, la eterna margarita de caprichos e indecisiones, y el tiempo, lejos de sentirse aludido sigue marcando sus horas sin importarle un carajo nuestra impaciencia.

Hay un maldito momento donde se habla menos y las sonrisas se hacen cada vez más excepcionales.

Y ese lento descenso, nos lleva a un desierto…. pálido como la muerte, donde la voz se pierde en la nada para no volver, donde se nubla el sentimiento y el cariño se cuela por las grietas del despecho.

La esperanza no contesta y sólo se oye el grito que nos empuja a mantener la fuerza, las ganas y el coraje. Arrugando los últimos esfuerzos extendemos las manos buscando unas palmas abiertas para seguir viviendo, sin llegar a comprender que vivir es algo más que no morir.

La muerte no llega más que una vez, pero se hace sentir en todos los momentos de la vida.

Mientras el viaje va cerrando su abanico…..mi ánimo se vuelve impaciente… siempre he querido llegar a mi destino pero alcanzarlo al fin me produce algún temor…. pienso en bajarme del tren en marcha, pienso en seguir hasta el final… y también pienso en ella, que me produce la misma sensación…querer y temer al mismo tiempo.

Un día encontramos unos ojos imposibles de pasar inadvertidos… “Desde que la vi, fije irrevocablemente mi destino. Aquella mirada hacía que todas mis intimidades fueran suyas…bendita y maldita mirada…

TE QUIERO Y TE TEMO te digo una vez mas…. te quiero porque tocas mis emociones, me abrigas el corazón y agitas mi alma… y te temo exactamente por la misma razón. Tu amor me expande y me encoge a la vez. …, me das la fuerza

para envolverte con mis ansias, para atarte a mi vida… pero me asusto… y te escondo tras mi desconfianza…huyo del placer de amarte y al mismo tiempo me precipito hacia ese sentimiento inmortal que me domina … Me sobran las ganas, pero me falta el valor.

Oigo algún desarreglado latido en mi corazón….. podría enamorarme… en ese momento me paralizo… puede ser demasiado bueno...y a eso si que le tengo miedo. Donde irán esas noches en las que te invento…? Que será de mis notas y mis versos..?

El tren disminuye su velocidad, parece fatigado… son muchas las estaciones que ha dejado atrás… desprendiéndose en cada parada de una parte de él… todos los que disfrutaron de ese viaje, cada uno que viene y que va, se atan a esas vías y le piden que no pare nunca… pero el tren parece estar diciendo: TE LO AGRADEZCO PERO NO…

Hay historias que dibujan una imposibilidad de cumplimiento. TE LO AGRADEZCO PERO NO es una gentil despedida que te anima a exprimir un único momento detenido por un minuto que aun no comenzó.

Es la vida por momentos del dueño de un corazón libre que agradecido por lo compartido te suelta ligeramente en la oscuridad de la noche, permaneciendo entero hasta que el amanecer le pueda sorprender con un regreso….

Un corazón que sacude recuerdos y colecciona olvidos.

Un corazón con manchas de carmín en la memoria.

Un corazón con miedos y temores a descolocar el perfecto desorden de las cosas.

Un corazón que se despide de la primavera contando los pétalos que dejó a su paso.

Un corazón para el que la distancia sólo es espacio aéreo.

Un corazón con traje de olvido que viene y se va.

Es un corazón que no cree en el adiós, pero si en el hasta luego.

El dueño de un corazón cobarde que te canta mientras tú te giras y andas hacia el tren que os separará.

El tren duerme y en sus puertas un cartel que dice ”No molesten, estoy soñando”

En fin, la vida de cualquiera, es la vida de cada uno. Pero uno no vive una vida cualquiera, sino la vida. Buen viaje. EL TREN DE LOS MOMENTOS….se va.

By Alenjandro Sanz

Graciasss Vane...!