Soy lunatico....!!! (definitivamente no soy totalmente terrestre)

Si algo me identifica, es la Luna. La gente que me conoce sabe que soy un completo lunático. Así como las mareas, tiendo a cambiar fácilmente de forma de ser, según la fase lunar que este presente en determinado momento. Además soy del signo Tauro un completo hijo de la luna.
La luna nueva por ejemplo, me da paz, tranquilidad, foco. Es mi estado más normal, donde estoy mas centrado y tiendo a pensar más con la cabeza y menos con otras partes de mi cuerpo. Es cuando puedo tomar mejores decisiones sobre cualquier aspecto y generalmente son decisiones correcta. Es quizá cuando estoy más romántico, y menos sexual. Estoy calmado en esta fase lunar.
La Luna llena es nefasta. Mientras escribo esto está allí, brillando muchísimo. Y amargándome la vida, jejeje. En estos días sale el lobo feroz. Me pongo susceptible, engreído y malcriado. Como dice alguien: "de a toque, peleón". Es cuando mas discuto con la gente, y cuando todo me molesta. Soy insoportable a veces, y es cuando mis sentimientos están a flor de piel. Es la luna para llorar, la que me hace evaluar las cosas que están pasando en mi vida. Es la luna que mas me cambia y molesta. La gente que me conoce, prácticamente mira al cielo cuando estoy de estos humores y dice: "Ahhh con razón está así."
El cuarto menguante o el cuarto creciente (o luna de cachitos) son mis momentos de locura. Es cuando insistentemente voy en contra de toda regla, en contra de toda corriente. La razón se pierde por algunos momentos y es cuando me arriesgo más a hacer cosas. Son las lunas que rigen mis escapadas, mi infidelidades, mis aventuras. Mis momentos más bonitos, has terminado mirando al cielo y viendo los cachitos de la lunas. Los beso más ricos, y los momentos que te quitan la respiración han ocurrido bajo esta luna, o por lo menos lo que más he disfrutado.
Me enamoré de la luna, cuando uno de mis primeros amores me preguntó: Mira a la luna llena y dime que vez... inmediatamente respondí, que veía un conejo parado en dos patas, pensando en que era quizá la respuesta más estúpida que habían escuchado. Lo que siguió fue un beso sorpresivo, lleno de amor y ternura. Y las palabras, "eso, solo lo ven las personas que están realmente enamorados", y un "te amo" que vino desde el alma. Pues, al parecer, siempre estoy enamorado, porque cada luna llena saludo al conejito, que me hizo enamorarme de la luna que con sus virtudes y defectos, fue, es y será mi compañera de travesuras.